lunes, 9 de noviembre de 2009

La tumba




                                            Marlene Dumas, Measuring Your Own Grave

no importará la hiedra tan hábilmente
su melena era roja y los domingos
una diadema verde
por eso la mujer cumplía su voto absurdo
y terminó por dejar canas sobre el mármol
apenas visibles:
“aquí yace” etcétera
de tanto doblarse
cayó partida dentro del mismo nicho
nunca más hubo flores ni encontró su sombra
la hiedra salvaje cruza y borra el único nombre
sabe que es mentira.


Julio Obeso

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