“dios no habla para todos” –dijo la maestra
y los niños escribieron en sus hojas:
“...apenas habla”
dijo: “el agua no será siempre:
se va gota a gota”
y los niños anotaron:
“...se agota”
cuando entró un viento furioso
que hizo volar las cuartillas
como planos pájaros sorprendidos
las recogieron sin orden
así unas decían:
“Dios se agota”
“El agua no será para todos”
“Dios apenas”
por supuesto vinieron a por la maestra
dos oficiales
el viento no dio la cara
se fue a trastear por la ventana
Julio Obeso González
Precioso, Julio.
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