(“Marie Antoinette before her execution” Autor desconocido)
mientras rodaba y rodaba la cabeza de Antonieta
movía los labios sin maldecir ni orar
un pez lento y sorprendido
cielo y peldaño/ cielo y peldaño/ peldaño y tierra
quedó escuchando la tierra muy interesada
con ojos asombrados de su reflejo
en un único diente de acero
la cabeza de Antonieta tan atenta
no preocupada o confusa
entrando en el silencio como en un eclipse
o una vacía alcoba
por primera vez quiso saber
cómo se llamaba
el cantor del otro junio
bajo su ventana
Julio Obeso
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