lunes, 12 de octubre de 2009

Voluntad final




                                                                 (“El alquimista” Vladimir Ubillus)
En la presencia inequívoca del daño
medra la extravagancia de la muerte.
Si fuera dulce –un orgasmo-
o el suicidio, un acto recurrente
de onanismo,
lo promiscuo sería desear
el frío cadáver del enemigo.
(Cómplices guiños entre los que firman
voto de castidad y viven)
Así mi sequía, compañeros.
Pensadme voluta, epicúreo,
mundano, regalado, sibarita,
respiración al límite y fulgor.
Buena vida os deseo.


Julio Obeso

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