Son estas horas, cuando las cosas de la vida ya están hechas o aparcadas, las del encuentro. Una lectura, un piano, la imagen deseada, un sueño sin laberintos. Alrededor de la media noche, Thelonious Monk lo intuyó, somos seres auténticos, sin guardia. Baja una niebla lechosa y el aullido voltea el tiempo: Llega la noche..
jueves, 8 de octubre de 2009
En defensa
(“Cariátide y gárgola” Jorge Salort)
No cede, por mucho Junio
de mar trasegada
la piel en salmuera, pudre.
¡Oh, los pescadores
del Gran Norte!
Enjutos bacalaos en trasnoche
de bitácoras.
Pero: ¿Qué me decís de las gárgolas?
Sin un puerto donde dimensionar
el miedo.
Abocadas, asomadas,
lentas de piedra noble,
agorafobias, vértigo de altura.
Pensad en ellas
cuando la arbolada os conduzca
a las inmóviles tabernas.
Julio Obeso
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