Lucien Freud: Autoretrato
sintiendo el dolor bajo una nueva fórmula
en dosis insoportables que le fragmentaban
concluyó el deseo de morir a espaldas de sí mismo
de la luz de abril
en un acto reflejo acuchilló al tiempo que pasaba ajeno
por eso las dos sangres el desconcierto
los análisis repetidos por increíbles
un milagro no serviría
ya que dios sólo concede gracia al mundo en general
a toro pasado pero no a las vacas de hoy ni a los hombres
eligió con cuidado la última frase aquella su memoria:
”pude vivir sin amor pero no sin amar”
del charquito bebían pájaros nativos
perros de ese momento y los caminantes
Julio Obeso
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